Mamá con su hija que deposita una moneda en su alcancía.

Orden en las finanzas familiares

Una familia con finanzas saludables no tiene porqué ser solo la familia que gana más. Sucede que por mucho que ganes, siempre estarás en riesgo y careciendo de lo que más necesitas si no organizas la manera en la que gastas, distribuyes e inviertes tu dinero.

Así mismo, recuerda que para lograr la estabilidad, también es estrictamente necesario que todos pongan su granito de arena, de modo que puedan trabajar como una unidad a favor del bien común. Esto puede ser complicado al principio, pero conforme cada quien vea los beneficios que a todos aporta, las cosas serán más sencillas.

Los siguientes consejos básicos para ordenar y mantener bajo control las finanzas familiares te darán la pauta para empezar cuanto antes y con el pie derecho.

Para mejorar las finanzas familiares, comiencen con lo principal

Explícales a todos que en cuanto reciban una entrada, lo primero que deberá cubrirse son los gastos primordiales que es el pago de servicios básicos como energía eléctrica, gas y renta o hipoteca, seguido de alimentación y gastos escolares y médicos. De esta manera ellos sabrán que luego pueden organizarse otros gastos y les enseñará a establecer prioridades y a ser más conscientes con el dinero.

No gastes más de lo que ganas

Es muy importante, pues siempre quedarás en números rojos si tus gastos son mayores a tus ingresos. Naturalmente si crees que tus entradas actuales no son suficientes, es necesario que veas la manera de ganar extra; no obstante, comienza por planificar ahora y a cuidar de lo que ya ganas. Procura que tus gastos no superen la mitad de tu sueldo mensual para que tengas un cuarto del total para ahorrar y un cuarto más para imprevistos.

Si en este momento gastas más, no te preocupes. Trata de ir cubriendo tus deudas y eliminando los gastos superfluos (consigue una renta más económica, por ejemplo) y en un tiempo te recuperarás.

Hagan un plan común

De nada sirve que tú trates de organizarte si los demás despilfarran. Habla con la familia y explícales lo importante que es que todos hagan algo en favor de las finanzas familiares. Dales a cada quien una tarea o proponles un reto que beneficie a todos (como puede ser crear una alcancía personal para pagar las próximas vacaciones) y pronto, todos estarán animados y comprometidos.

Eviten gastos innecesarios

Hay gastos inevitables, pero también muchos que se pueden eliminar y reducir para ver un beneficio a largo plazo. Por ejemplo, piensa que puede ser muy necesario que la familia tenga un auto (o dos dependiendo de sus necesidades), pero no es obligación que todos los miembros tengan el suyo propio. Tampoco es vital que vivan en la zona más lujosa de la ciudad si pueden conseguir otro sitio seguro y cómodo que les cueste menos. Reducir los gastos superfluos les ayudará a dar un mejor uso a su dinero y estabilizar las finanzas familiares en poco tiempo.

Ahorren con un propósito

Los expertos en finanzas familiares y personales explican que es mucho más recomendable ahorrar con un propósito en mente que sólo acumular dinero, debido a que de esa manera se mantiene una motivación constante y a la vez se tiene la clara sensación de que se obtuvo una respuesta a cambio del esfuerzo. Inclusive si ahorras para imprevistos, procura tener una meta (emergencias de salud por ejemplo) que te recuerde a ti y a todos hacia dónde se dirigen.

Anima a todos a multiplicar las entradas

Si quieren tener una casa más amplia y cómoda o si quieren superarse a ustedes mismos e ir de vacaciones a otro país, anima a tu familia a trabajar por ello disminuyendo los gastos y ahorrando, pero también multiplicando las entradas de dinero. Es muy importante que tu familia aprenda que el dinero se obtiene trabajando y por lo tanto, para tener lo que se desea se debe invertir esfuerzo.

Organicen una venta de garaje, planeen un negocio familiar sencillo y permite que cada quien tome trabajos simples a tiempo parcial si tienen la iniciativa de hacerlo. Eso les permitirá tener su propio dinero y aportar algo para cumplir con una meta en común.

Ten un respaldo

Si tu trabajo no cubre atención médica ni te da seguro en caso de accidente, trata de conseguir un plan que te respalde a ti a tu familia cuando lo requieran. Hay muchos planes cómodos que darán la mano si se presenta una emergencia.

De vez en cuando, dense un gusto

No todo en la vida es trabajo, así que procura premiar a todos de vez en cuando permitiéndose disfrutar de algunas salidas o de un capricho sencillo. Es un gasto, pero alimenta la energía que se requiere para mantenerse por el buen camino y además pone felices a todos. Eso no tiene precio.

Cuiden los recursos con los que cuentan

Instala paneles solares y coloca sistemas ahorradores de energía en tu red eléctrica y tus tuberías de agua. Repara las fugas e invita a todos a hacer cosas pequeñas, por ejemplo, a tomar su baño diario durante la mañana o la noche para que no haya necesidad de calentar agua a todas horas o de mantener el piloto encendido el día entero. Recuérdales apagar los electrónicos que no estén usando y fórmales el hábito de desconectar los enchufes de todos ellos al salir de casa y al irse a dormir. Cuidar de lo que tienen es decisivo cuando se trata de finanzas familiares saludables.